Acerca de debate de la Parapolítica
Reconociendo la historia de Colombia es claro que aún falta mucho para estructurar un Estado Social de Derecho, no existe; aún estamos inmersos en un gobierno autoritario.
Para tener claridad de quien gobierna y como se gobierna es importante que se desarrollen debates como el del paramilitarismo y es necesario y valido que se realice también en el Senado, aunque para los medios masivos de comunicación se les ordenó un bajo cubrimiento y desvirtuar la importancia del debate, aún así se realizó y debe continuar y profundizarse por encima de los vergonzosos argumentos como el de Caracol, expresando que es un debate para un gobierno que ya se fue, desviando la atención ante la preocupante realidad y es que están en el gobierno y quieren seguir gobernando como los únicos elegidos; hay que seguir debatiendo porque la realidad se está transformando y en este proceso tarde o temprano la historia irá haciendo el juicio.
Al senador que quisieron fuera innombrable se le demostró que el tiempo se le acorta, si creyó que aun tenía el sartén por el mango al lograr que el debate sobre paramilitarismo en el Senado en primera instancia fuera negado; ya que después en la comisión segunda por votación donde el “centro democrático” es minoría se aprobó la realización a pesar de la soberbia del senador Alvaro Uribe Velez (A.U.V.) oponiéndose y pataleando sobre un poder que ya no tiene.
Ivan Cepeda inició dedicando el debate a las víctimas del narcotráfico, la parapolítica, y el paramilitarismo, razón más que necesaria en el marco de la paz que se pretende hacer hoy en Colombia. Contextualizó de antemano que el “paramilitarismo es realmente un eufemismo que se ha acuñado en Colombia para denotar una macabra alianza entre al menos tres sectores, de una parte el viejo narcotráfico, que ha ido mutando en la historia del país, de otra parte los ejércitos paramilitares y por otra parte sectores supremamente degradados y corruptos que llegaron a ocupar altos cargos en el poder ejecutivo y legislativo, el paramilitarismo creó un aparato de muerte que erigió una montaña inmensa de cadáveres, sobre los cuales se llegó a la cúspide del poder en Colombia.
La parapolítica se convirtió en un modelo en el que se moldeo la idea de que era posible cualquier clase de actuación y conductas políticas sin escrúpulos para remplazar los valores democráticos y para activar las palancas de la criminalidad de lesa humanidad en Colombia. Este debate es sobre una responsabilidad que todavía permanece silenciada, que todavía no ha sido interpelada de manera eficaz, la responsabilidad que le puede caber al hoy senador Alvaro Uribe Velez en todos estos hechos”
Con esta introducción se abre la puerta a un camino que las instituciones gubernamentales en Colombia han querido mantener cerrada, y es la de esclarecer los autores intelectuales de la violencia en Colombia, pues de los autores materiales son los primeros entregados por los mismos organizadores; cuando han intentado abrir la puerta de la memoria histórica tratando de dignificar a Colombia, se ha dejado ver como se gobierna y quieren seguir gobernando este país. Es decir cada vez más se abre el resquicio que hay para conocer la verdad y poder cimentar una real transformación.
No era de sorprender que A.U.V. inicie un señalamiento como lo hizo en su época de presidente, donde negó que en Colombia existiera un conflicto armado y acusó a toda persona defensora de DD.HH como auspiciadores del terrorismo. Como tampoco es sorprendente que ventilara nombres y situaciones en los que están involucrados personas de la bancada del presidente Santos, amenazando de esta forma de entregar a quienes no apoyan y obedecen las ordenes de extrema derecha. Lo preocupante de esto es que mientras no se profundice una transformación continuará los asesinatos de quienes sean señalados por parte de los auspiciadores de la violencia.
Es así como este debate no fue solo un cuestionamiento al Senador A.U.V, pues permitió así como lo aclaró al inicio Ivan Cepeda, denotar las alianzas que se han realizado para llegar a las ramas del poder gubernamental. Las discusiones que se desenvolvieron saco a la luz una exhortación más que necesaria para quienes damos un voto al “elegir” a “representantes del pueblo” y es la de retomar la escencia de los ideales democráticos y poner sobre la mesa la claridad de hacer un alto en el camino a la maquinaria de la corrupción y la parapolítica, para poder construir un Estado Social de Derecho.
A pesar de continuar en el terreno de juego del presidente Santos, para quienes seguimos el debate sobre la parapolítica queda en el inconsciente un paso adelante a un proceso de transformación que se viene tejiendo, por cuanto así como lo expreso la senadora Claudia López “este país va tener que enseñarles a los que se creen dioses que son seres terrenales”
Y así es, la sociedad colombiana tendremos la responsabilidad de construir en lo concreto los ideales democráticos que la burguesía Colombiana no ha sido capaz de edificar, ya que el gobierno de Juan Manuel Santos tampoco lo va hacer. La entrega de A.U.V. puede terminar en una cortina de humo para no profundizar en las reformas que propone como la reforma a la justicia.
Los sectores progresistas y la población en general debemos llevar más a fondo los debates que se abran en el marco de un proceso de paz, como lo es en este momento el debate sobre las víctimas, el paramilitarismo que continua funcionando hoy como Águilas Negras o Bacrim, el narcotráfico, la tenencia de la tierra, la educación, la salud, vivienda, trabajo digno y entre otros temas al cual hay que dar la cara e intervenir y acabar con el silencio que ha permitido durante años ser cómplice de esta realidad que de una u otra forma a afectado a toda la población.

